Que
los músicos que interpretan Del Gallo
Cantor. Cantata sean dieciséis es fruto del azar que se empeña en hacer las
cosas como si alguien las hubiera pensado. Pero es un hecho: nadie lo pensó y son
dieciséis. Hombres y mujeres. Todas las edades. Todas las vivencias. Si uno
pudiera detenerse en cada uno de los músicos y entrelazar esas vidas armaría un
cuadro completo de la historia argentina contemporánea. La historia está ahí.
En el escenario. Pasa por ellos. Habita los cuerpos. La manera en que cada
músico encara su instrumento (sus distintos instrumentos), canta, recita,
calla, mira a los demás. Se hace cargo de la parte que le corresponde. En esa historia.
En ese relato. En esa obra que (nos) ofrecen. Sin duda alguna, el reestreno de
esta obra en Buenos Aires es un hecho cultural mayor. Para saberlo no hay que
leer estas líneas ni otras que se puedan escribir: hay que haber vivido, hay
que haber sido tocado por hombres y mujeres, hay que llevarlos adentro, en las
desdichas que son las nuestras, en las alegrías que todavía defendemos, en todo
lo bello que hemos conocido. Hay que tener
conciencia de cuanto se ha combatido –se sigue combatiendo– en tantos y tantos
escenarios. (Cada cual el suyo). Anoche, escuchando a los músicos pensaba cuanta ventaja le lleva la
música a otras formas de expresión. Si hasta parece que en esta obra, hecha en
1972, hubiera quedado guardado todos estos años un tesoro. Una emoción que se
mezcla con la nuestra, la que llevaban dentro esos otros dieciséis. “Oh…
amores… dieciséis”. En los relatos del Tata, previo a
la Cantata, ellos –y muchos otros– vuelven. En tal o cual anécdota. Están
vivos. Se reúnen, hablan, cocinan, leen poesías, escuchamos lo que alguna vez
dijeron, viajamos en el tiempo, somos parte del relato, gracias a la voz del
Tata que nos convoca y nos hace un lugar. Y cuando todos están reunidos y empieza la Cantata se percibe una vez más que
la música ha sido hecha para ser vista. Para ser escuchada recorriendo a los
músicos como si ellos también
fueran un paisaje. Nuestro. Algo nuestro. Digno de amor. Irrenunciable. Lo
mismo que la palabra: dieciséis.
AGC
"Del Gallo Cantor.
Cantata" (poesía de Juan Gelman - música de Juan Cedrón) se presenta todos
los jueves de agosto y septiembre a las 21.00 h en Hasta Trilce (Maza
177). Está interpretada por el Cuarteto Cedrón y La Lija. Reservas.
HASTA TRILCE
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