Obra de Roberto Cedrón

Obra de Roberto Cedrón
Obra de Roberto Cedrón

miércoles, 8 de agosto de 2018

Historia de una foto


Secuestro, fue un dulce secuestro musical. 

Yo secuestré a Pablo González, y él no lo recuerda. 

Me dijo mi amigo el Tata que el Chiquilín… no lo recuerda. 

A la salida de la inauguración de una exposición de mi vieja la pintora  (Mabel Lostaló), fuimos a comer a Bachín, y me dijeron que el Chiquilín del vals de Piazzola, todavía vendía las rosas que dolían a cuenta del hambre que Ferrer no le entendía. 

Para la jauría de mi pertenencia que concurría al Regina a escuchar a Astor, fue un alegrón el triunfo de la Balada para un Loco. 

No sé si a Piazzola le hacía falta agrandar su manto de popularidad ganando un concurso, pero a nosotros, los de aquella jauría, nos llenó de alegría que, mientras la gilada discutía si lo de Astor era tango o no, el Maestro ganara con un disquito que tenía, de un lado un vals, y del otro una canción.

Por todo eso, lo busqué en Bachín, le compré las rosas que le quedaban, y lo secuestré. Si señores: me lo llevé para la casa de Coca Aliaga, junto con mi vieja y sus amigos del Arte. 

Le saqué dos fotos que guardé hasta hoy adentro de mi alma y de mi escritorio.

Las guardé porque a lo mejor ya sabía, que iba a hacerme amigo de un gran músico, el Tata Cedrón, y que a él se las iba a mostrar, para que se las muestre a Pablo.

Ahí van, Pablo, ese eras Vos.

Juan Carlos Pérsico