ALEJO Y EL TATA
CANTAN A OSIRIS RODRÍGUEZ CASTILLOS
Osiris se inscribe en esa noble y milenaria tradición del trovador, que aquí en Argentina también encarnaron Atahualpa, Falú y Di Fulvio; con el acompañamiento de su propia guitarra, narraron su paisaje y su época en un lenguaje llano y directo, a la vez que de notable profundidad y elaboración estética. Y como guitarristas, supieron recoger aires de sus tierras y verterlos en su virtuosa ejecución. En todos ellos, también asoma ese amor tan particular que los rioplatenses sentimos por la guitarra, instrumento en donde siempre dialogan la cultura popular y la clásica. De esa otra tradición, la de los guitarristas de formación clásica que desconocieron las fronteras entre los géneros, también se nutren los Osiris y los Atahualpa: Sagreras, Anido, Prat, Pardo y, sobre todo, el inolvidable Abel Fleury. La música de Rodríguez Castillos se hizo progresivamente reconocida en la Argentina justamente por el respeto y admiración que despertó en sus colegas. Falú y Di Fulvio grabaron varias de sus obras, y luego otros tantos artistas de toda América. El origen oriental quizás, luego sumado a esa lamentable tendencia de los pueblos a olvidar a sus artistas, han hecho que hoy en día, la música de Osiris tenga escasísima difusión.
Éste trabajo,
nacido por el entusiasmo del "Tata" y hecho con el mayor de los respetos
y veneración a su música, quiere, sobre todo, ser un homenaje y una
reivindicación de su superlativa estatura como autor, compositor e
intérprete.