Obra de Roberto Cedrón

Obra de Roberto Cedrón
Obra de Roberto Cedrón

lunes, 21 de mayo de 2018

Sábado 26 de mayo - "El puchero misterioso... y los poetas"


El Cuarteto Cedrón y La Musaranga presentan

"El Puchero Misterioso y los poetas"

Sábados de mayo, 20:30 hs

Sábado 5: Rosa Cedrón
Sábado 12: Cristián Dodds
Sábado 19: Alejandro Cantarella
Sábado 26: Rafael Urretabizkaya

Teatro El Popular
Chile 2080, Buenos Aires

RESERVAS POR ALTERNATIVA TEATRAL 



Les recordamos que a las 20.30 h se hace una muestra dedicada a cada poeta y a las 21.00 h es el espectáculo. En este último Puchero del sábado 26 de mayo, el invitado es Rafael Urretabizkaya.



Y me vino el deseo
de ofender por igual a ovejas y corrales.
Así es la cosa patrón,
estoy ilusionado con perderte.

Rafael Urretabizkaya

Nació. Eso pasó en Dolores y justo el día de su cumpleaños, un 8 de octubre de 1963. Vive en San Martín de los Andes desde 1983, pero durante muchos años trabajó en diferentes comunidades rurales del sur neuquino llevado por sus dos oficios de escritor y de maestro. Para arriba y abajo como el huevo del rengo Inostroza, ahí en el campo aprendió a andar a caballo en pelo y a hipnotizar gallinas; también olvidó varias cosas, pera ya no recuerda cuáles eran. 

Por Comodoro Rivadavia mientras los grandes buscaban pulpos en las piedras y en Dolores escuchando el carrito de Lázaro que venía con sus helados, conoció la poesía. La hubiera dejado pasar, pero no pudo o no quiso, eso es algo que ya no se sabrá. Ahí tuvo el intento del principiante, años más tarde seguiría con el mismo intento del principiante y así, hasta adquirir la experiencia del eterno principiante; algo así como regar bajo la lluvia.

Escribió libros de poesía, “Carlito el carnicero”, “Informe sobre aves y otras cosas que vuelan”, “Ñawpa miní y Ñawpa Guasú”; de cuentos, “Te agarro a la salida”, “Tierra de aventuras”, Tita y Toto”, “Teresa”; las novelas “Aimé”, “Sarita y ese tipo” y “La ruina”; obras de títeres, “Quijote” y “Vairoleto pechito libertario”, escribió paredes. Casi siempre dictado por la voz extraña, esa que realmente no está piloteando con claridad cuando agarra la birome. Cuando escribe la voz extraña, nos dice Rafa, esa que se enfrenta a la voz del oficio a la voz domesticada, le largo piolín lo más que puedo. Que diga lo que quiera. Lo que pueda. Que balbucee, por ahí va la cosa.

Rafael cree como Rodolfo Walsh, que “escribir es escuchar”.

También dice que las mariposas, cuando toman conciencia de su pichín de vida, tiemblan. Tiemblan y salen por el aire.

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