Queridos Cedronianos:
Algunas precisiones sobre el
Puchero de todos los viernes y el momento que estamos viviendo.
Algunos de ustedes que fueron público
del Trío Cedrón y frecuentaron Gotán en 1965, saben que cada noche era una joya
y que pasaban cosas insólitas. Muchas cosas insólitas. Pero quiero distinguir
una sola: era posible en esos años que el Trío estrenara una canción cuyo poema
no estaba todavía en ningún libro. Un poema escrito sobre papel y entregado en
mano. Un poema que, a lo mejor, nunca llegó a estar en un libro. Bueno, hoy, a cincuenta
años de Gotán, algo parecido está pasando en el Teatro El Popular, calle Chile,
número 2080 (siempre hay algún distraído que se queja porque no tiene la
dirección o porque no le avisan con suficiente anticipación).
Un grupo de jóvenes músicos –que en
este momento tocan en trío– está presentando un trabajo inédito. Se llaman
Piraña en honor al club de Parque Patricios donde se reunieron por primera vez.
Escriben sus letras y hacen su música. En el caso de estas canciones, lo hacen
recorriendo la obra de un escritor argentino de otra época que, sin duda, nunca
imaginó que sus personajes podrían ser acunados algún día con tanto amor. Es un trabajo delicado y necesario. Sorprendente. Todos los que lo han escuchado han quedado prendados y algunos vuelven también por ellos y hasta se puede apreciar ciertas noches que parte del público ya las va sabiendo, esas canciones, totalmente inéditas todavía. No es
que me olvidé del nombre del escritor, no es que ignoro quienes hicieron las letras,
quién las músicas... Lo que pasa es que a veces no hay que explicar tanto ni decirlo
todo sino dejar que la gente se haga responsable de sus descubrimientos y de
sus ignorancias.
Pero que conste: en el Puchero y
en el después… están pasando cosas insólitas… varias no solamente ésta que casi les conté... También está el Caballito Pinto... esto pasa hoy… año 2015… siglo XXI.
El encuentro empieza a las 20.30.
Todos los viernes, en el Teatro El Popular. Y termina mucho después de que la Cenicienta haya perdido
el zapatito.
Sin otro particular.
La Papirote
PD. Y a ver si el buen público de
cedronianos inexpertos se deja un poco de filmar para concentrarse durante el espectáculo. Moderación con las maquinitas. No lleven esos videos a todos lados…
Son momentos íntimos, como dice Tata, los que se viven en una sala de concierto
entre los que están. Los que no están: mala suerte, que busquen el camino
que lleva al Popular. Así como Tata buscó el camino que lo devolvió a
Buenos Aires.
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